Hacia lo Alto!!
Formación en afectividad y sexualidad para jóvenes.
La lanza este curso pastoral la propuesta , una convivencia diocesana que integra , respetando las distintas realidades de vida. «Este encuentro quiere ».
La primera edición se celebrará este sábado , a partir de las 11:00 h, en el Colegio San Bernardo (avenida del Manzanares, 20). «Es una oportunidad para que muchas personas descubran una forma nueva de vida cristiana en comunidad. Que puedan sumarse y acompañar este proyecto con su oración, su difusión y su participación».
Se trata de la primera de previstas durante el curso, que marcarán el . Esta elección de distintas sedes parroquiales pretende implicar a las comunidades locales y favorecer que «sea vivido como un , no cerrado a los propios del movimiento».
La es amplia: . También está abierta a quienes colaboran en parroquias, movimientos u otras entidades pastorales que deseen participar de la propuesta formativa de la Acción Católica. No es requisito para asistir el pertenecer previamente a la ACG.
—niñez, juventud, adultos y matrimonios— en un solo caminar, la ACG de Madrid ha decidido «sustituir las tradicionales aulas mensuales y los retiros trimestrales ». Así, todas las edades participan de forma simultánea en «una experiencia común de fe y fraternidad».
El eje central de “Hacia lo Alto” es la formación cristiana, que se desarrollará en tres itinerarios adaptados:
destinada a adultos y personas que buscan profundizar en los misterios de la fe, abordando temas como la Cristología, la Trinidad, la Eucaristía u otros contenidos según el plan pastoral.
: pensada para matrimonios jóvenes, parejas y personas en etapa de noviazgo, abordando la vida familiar, la afectividad, el diálogo en la relación y la dimensión espiritual del amor.
: pensada para adolescentes y jóvenes entre 12-13 y 17 años, ayudará a reflexionar sobre la identidad, la madurez emocional y las relaciones, desde una mirada cristiana.
Para los , habrá monitores que coordinen actividades adecuadas a su edad. Para se ofrecerá una catequesis específica durante la jornada.
Además de la formación, “Hacia lo Alto” incluirá , buscando que todos los asistentes se sientan parte de un solo cuerpo cristiano.
11:00 h. Acogida y café inicial: recepción de los participantes, encuentro fraterno y presentación del día.
: los participantes se distribuirán en los itinerarios según edad e intereses para vivir la sesión formativa correspondiente.
: un momento de oración compartida que reunirá a todos los grupos en unidad espiritual.
14:00 h. Comida compartida: almuerzo fraterno para prolongar el diálogo y la convivencia entre los asistentes.
: dinámicas, testimonios, juegos o espacios de reflexión que fomenten el conocimiento mutuo y el sentido de Iglesia.
Aunque la programación puede tener ligeras variaciones según la parroquia que acoge la convivencia, este esquema servirá de guía para toda la iniciativa.
“Hacia lo Alto” alude a un movimiento espiritual: no es simplemente mirar al cielo, sino elevar el corazón hacia Dios desde el compromiso comunitario y la vida concreta. Es caminar juntos hacia la plenitud cristiana, fortaleciendo la esperanza en medio del mundo.
Para la Acción Católica, esta convivencia pretende ser un signo viviente de comunión, un modelo de cómo los distintos estados de vida —infancia, juventud, matrimonio, adultez— pueden dialogar y fortalecerse mutuamente en la fe. Al simplificar los múltiples espacios formativos en uno solo, se busca ofrecer un momento fuerte de unidad y revitalización para todo el movimiento.
En definitiva, “Hacia lo Alto” es una llamada abierta —sin distinciones— a todos los bautizados que deseen crecer en su conocimiento de Dios, en su afectividad desde el Evangelio, en el sentido comunitario de la fe y en su compromiso con la Iglesia. La ACG madrileña desea que esta experiencia marque un antes y un después en la vida de quienes participen, y que sirva para fortalecer la misión laical en nuestras parroquias.
Es una asociación de laicos de parroquias, que nace de la propia Iglesia y que tiene como misión «acompañar a los católicos en su crecimiento espiritual y vital, en su maduración doctrinal y en el impulso de su responsabilidad en el mundo». No se trata de una asociación exclusiva, sino de «una comunidad abierta a la participación de cualquier persona que desee formarse, orar, compartir y comprometerse más allá de pertenencias previas».